Si en vivo pinchas,
amor, como la ortiga,
te cocinaré.
Sierra Morena,
tan suave por tan vieja,
sobrevolada.
Hojas ahogadas.
Rielan luces y sombras
en la piscina.
En la corteza
la estela del caracol
persiste, lenta.

Sangra la zanja
tejoletes y huesos,
restos de vida.

Las mandarinas
anuncian el invierno,
y a las naranjas.

La platanera
sueña volcanes, islas,
en el huerto.