A RAPA DOS PENSANTES



A mediados de abril plantamos una obra de agrolandart, A RAPA DOS PENSANTES. El título hace guiños a la gallega A RAPA DAS BESTAS, que consiste en que los vecinos suben al monte para recoger los caballos que se crían libres todo el año, los bajan al pueblo, los encierran en corrales y allí, sujetándolos sin más medios que el cuerpo a cuerpo, cortan colas y crines y marcan los potros antes de devolverles la libertad. ¡Y después del trabajo comienza la fiesta! Un derroche de adrenalina y un concepto, fiesta-trabajo, ancestral.

Con A RAPA DOS PENSANTES queremos adaptar a los humanos el ritual de eliminar lo sobrante, lo que se renueva naturalmente, como las crines de los caballos, la lana de las ovejas o la poda de los árboles, en este caso el cabello.

Hemos sembrado una peluquería de maíz y soja entre el cultivo de girasol. En medio, un sillón de barbero de principios del siglo XX, de hierro y porcelana. Este es el escenario. Se trata de cortarse el pelo unos a otros o a uno mismo, sin electricidad, sin espejo. Un ejercicio de confianza, poner la propia imagen en manos de otro o del azar. La consecuencia es la transformación de la apariencia y sus efectos regeneradores, la sensación de sentirse nuevo, conocerse y reconocerse.

Haciendo un símil entre el desarrollo del cultivo y las edades del ser humano, haremos cuatro happenings sucesivos, empezando por los niños coincidiendo con la primera etapa de desarrollo de las plantas, los adolescentes en plena floración, los adultos cuando cuaje el fruto y los maduros poco antes de la cosecha.

Haremos fotos del antes y después, y grabaremos en vídeo la acción.

Hay que advertir que hará calor, que con el riego la humedad es alta, que puede haber barro, que cuando llega el momento se respira el polen..., pero estas son las condiciones en que trabaja el agricultor y es bueno conocerlas.